27 de marzo de 2011

POR QUÉ NO CHARLAMOS UN RATITO, AH?

BALCÓN DE LOS CAPULETO EN VERONA
Un poquito a las corridas y otro poquitito a los saltos. La vida sucede a la velocidad del rayo. Niños pequeños que demandan tiempo, ganas, energía y billetera inagotables. El trabajo que siempre es mucho y más vale que así sea, sabemos que cuando falta es un problema.

- ¿Cuándo vamos a charlar un rato vos y yo...?– me pregunta.

- Qué lindo, un ratito para los dos... quiero. – le contesto.
Hablar un poco. De nosotros. O de nada concreto. Ni de los arreglos que necesita la casa, ni del cambio de pediatra, ni de las compras del super ni del vencimiento de la tarjeta. Solamente hablar de nosotros dos, contarnos cómo estamos, qué queremos... y reírnos o llorar, depende del caso.
Suena el celular y su atención se desvía hacia quien llama: escucha, responde, sugiere una reunión, le pone fecha y hora. Promete confirmación por mail..
Otra batalla más en la que lo importante (nuestro sacrosanto diálogo conyugal) cede frente al poderío de lo urgente (el resto del mundo).

Y aunque sé que no es precisamente original, no puedo menos que pensar -y escribir aquí, con el permiso de ustedes- en lo difícil que es comunicarse en la era de la comunicación.

Mientras descuelgo la ropa de la soga me viene a la memoria aquello que decía Barthes sobre la soledad del discurso amoroso. ¿O era Foucault? Hago a un costado la pila de toallas y toallones dobladitos y googleo: discurso amoroso, fragmentos. Era Barthes, nomás.
En ese libro Barthés analiza textos clásicos del amor romántico y señala que una característica fundante del discurso amoroso es la individualidad: el amante habla de su amado y para su amado, aunque lo haga más consigo mismo que con su amado. Es más lo que la pobre Julieta habla de su amor a solas con su alma, que lo que comparte efectivamente con Romeo.

Son la cuatro de la tarde. Mi amado parte hacia la oficina. Se despide con un beso y la promesa de hacer cierta esa charla con la que ya me ilusioné... ¿me mandará un mail para confimar?


Amar es un verbo y eso tiene consecuencias. En principio, implica que se trata de una acción; amar es algo que se hace, no sólo algo que se siente. Verbo que se verbaliza, cuando estamos enamorados todas las palabras importan: las que decimos, las que callamos, las que nos dicen y las que quisiéramos oír. Y ni hablar del valor que adquieren las palabras cuando amante y amado logran, por fin, ser uno solo y se aventuran por los pasillos de la convivencia, la formación de una familia y los proyectos en común... ¿Será ese el momento en que las palabras lindas y melosas han de transformarse en diálogo? ¿Puede el amor resistir al diálogo? ¿Y sin diálogo?

Hago un alto en la reflexión teórica y repaso mentalmente lo que queda de mi tarde. Todavía tengo que forrar con contact los libros de inglés de mi niña, terminar de guardar la ropa, hacer alguna compra al retirar al gordito del jardín, ordenar un poco, preparar la cena y acostarlos. Si se duermen temprano a lo mejor podemos tomarnos un cafecito los dos solos...
Resulta difícil imaginar a una pareja shekespereana acostando a los chicos después de cenar y propiciando una charla en la intimidad. Y sin embargo esa charla entra en el futuro deseable de cualquier pareja de enamorados, incluidos los mismísimos Romeo y Julieta, si hubieran sobrevivido a tantos desencuentros.

Pero, a diferencia de la chica de Verona, yo vivo en la era de la comunicación. Llamo a mi suegra para ver si se puede encargar de los chicos una de estas noches y chequeo en la página del cine si sigue vigente la promoción de los jueves, cine más cena.
Por un minuto dudo, una salida así en la semana es un lío. Hay que desplazarse por media ciudad para llevar los chicos e irlos a buscar, al otro día hay que levantarse temprano. No importa, sigo adelante y hago la reserva. Subvertir algunas rutinas es la única manera que se me ocurre de que lo importante le gane a lo urgente.
Cuando me piden el número de la tarjeta de crédito tomo conciencia de que todavía no le consulté nada a mi amado, ¡será la individualidad de la que hablaba Barthes!
Y bueno, que sea una sorpresa. Que se entere cuando lea esto en el blog.

9 comentarios:

Eduardo dijo...

Qué bueno!!!! Vamos al cine, y qué vamos a ver??? Después de la cena y cine una charla... Qué buen programa!!! Te amo, mi Julieta!!!

CHIPI dijo...

Quiero agradcerte por compartir tantos pensamientos y reflexiones, comunes. De a poco te convertis en vocero de nuestras mentes y nos ilustras con análisis de lo cotidiano.
Sole: vos planteas "parar la pelota", en este tiempo de vorágine y carrera sin meta, planteas el dialogo, el intercambio, el ocio frutífero. QUE DIFICIL!!!!!!!!!!
Comparto cien por cien la necesidad de tenerlo, pero que complicado. La clave es proponérselo. Siguiendo las analogías futboleras, el Barcelona, dice Juan Simon (coemntarista de ESPN), "dialoga" con la pelota. Es decir, va de acá para allá, organiza, trata de llegar al gol y si no sale vuelve a empezar. Todos nos enamoramos de éste estilo, pero no es improvisado, hay un proyecto y un compromiso...
No conocía a Barthes,(salvo por el arquero de Francia, un pelado que no atajaba bien,) pero coincido en que, uno debe proponerse la conversación y luego compromterse con la misma. Es decir planificar la charla, ése espacio limitado que resulte útil y no banal. O que lo sea, porque lo queremos, lo buscamos...
En fin dialogar, conversar, amar, ar-gen-tina, ar-gen-tina...no me molestes dejame ver el aprtido y después charlamos...besos
PD: voto por buscar y crear la oportunidad...

Chipi dijo...

Las faltas de ortografía y letras faltantes son fruto de mi teclado (más allá de las que soy autor intelectual)...aclaro

Naty dijo...

Sole, buenisima tu reflexion , me hiciste caer en cuanta que por ahi lo nuestro mas que dialogos son monologos, yo hablo y el asiste con la cabeza, no se si con intensiones de decir estoy de acuerdo o de termina rapido que estoy viendo tele.Pero bueno, en parte a mi me sirve para exteriorizar lo que siento y vaciar un poco mi mochila, que a la larga, lo hace caer en cuenta que en algun momento el ratito de dialogo es necesario.

MATY dijo...

Muy bueno Sole!!! me gustaron también los comentario de los hombres de la sala!!! Yo por mi parte voto por hablar menos y mimarnos más, me pasa que a veces el poquito rato que tenemos lo uso hablando de problemas, de cosas por pagar, de cosas incompletas...propongo callar y usar ese ratito para un mimo, una caricia, un abrazo, un gesto...para acercarnos más...
Te quiero amiga!

Sole dijo...

Toy Chocha con los comments!!!
Un lujo.
Charlen, mímense, dialoguen con la pelota y todo eso.
Be happy.

Carolina dijo...

Que bueno que pongas en palabras lo que muchas mujeres sentimos!! Vale aclarar que siento que no son palabras dichas al pasar, sencillamente resumen de forma maravillosa las dificultades de la comunicacion conyugal en la era de las comunicaciones...
Te aseguro que sirven tambien de reflexion para ayudar a mejorar nuestro dialogo.- Besos, Caro

Ana dijo...

El problema es que si dialogamos nos matamos, ja ja!!!!!!!!!!!!!!!!!
Pero me gust5ó, vale.

Anónimo dijo...

It’s in reality a nice and helpful piece of information. I’m satisfied that you shared this helpful information with us. Please keep us up to date like this. Thanks for sharing. florida car insurance quotes

Publicar un comentario

QUIERO TU COMENTARIO!!!
DESPUÉS DE ESCRIBIRLO, POR FAVOR SELECCIONÁ LA OPCIÓN NOMBRE/URL Y SÓLO COMPLETÁ EL CAMPO DE NOMBRE, EL OTRO NO ES NECESARIO.
GRACIAS, SOLE.